Mantenimiento preventivo: más seguridad y ahorro en la carretera

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Los problemas mecánicos pueden traer el riesgo de accidentes y retrasos en la entrega de los productos. No es necesario esperar que aparezca un problema mecánico para hacer el mantenimiento del camión. El mantenimiento preventivo puede contribuir a que la vida útil de tu camión sea lo más larga posible, reduce el consumo de combustible, además de prevenir problemas en la carretera, costos innecesarios y retrasos en la entrega de las mercancías.

La falta de mantenimiento también triplica el riesgo de accidentes de tránsito, según encuesta del Instituto Scaringella Tráfico. Sin embargo, de acuerdo con el informe, el 80% de los vehículos que circulan en las carreteras presentan algún tipo de problema mecánico.

Alrededor de 96,6% de las empresas de transporte consideran el mantenimiento preventivo una acción periódica importante según la Confederación Nacional del Transporte (CNT). Así que debes buscar un profesional de tu confianza para chequear el camión y reparar las piezas o componentes que lo necesiten.

Por eso, preparamos algunos tips para que puedas mantener tu vehículo siempre al día, aumentar la seguridad y garantizar un buen viaje.

Aprende cómo hacer la revisión de las piezas de tu vehículo

La revisión de las piezas más importantes debe realizarse periódicamente, de acuerdo con el modelo, la carga transportada y la logística elegida. De manera general, el manual del fabricante del camión indica a cuántos mil kilómetros recorridos debe ocurrir la revisión. Pero si no es así, debes ser capaz de identificar las señales de que el vehículo puede tener algún problema y necesita mantenimiento.

Pon atención a factores mecánicos como frenos, suspensiones, kilometraje, ruidos raros en el motor y en el cambio. El peligro puede estar en pequeños detalles que a menudo pasan desapercibidos.

Manutenção Cambio Robustec

Es importante comprobar si el vehículo no presenta fugas de agua, aceite, combustible o fluidos. No cambiar el aceite, por ejemplo, puede generar problemas futuros en el motor que pueden costar hasta 20 veces más.

Si el vehículo empieza a echar más humo repentinamente, puede ser una señal de que hay algún problema, como motor en malas condiciones térmicas, paso de aceite desregulado o averías del catalizador.

El filtro de combustible debe reemplazarse según la recomendación del fabricante. De este modo, garantizas el rendimiento del motor y colaboras con la preservación del medio ambiente.

Pon atención al funcionamiento de los frenos

Para garantizar el funcionamiento de los frenos, mantén el nivel adecuado de aceite para los sistemas hidráulicos y no te olvides de vaciar el agua que se ha concentrado en los depósitos de los sistemas neumáticos. Comprueba si hay fugas de aire y verifica el buen funcionamiento de las lonas y las pastillas.

Chequea si hay ruidos diferentes cuando acciones los frenos y también verifica si hay cambios en el sistema de frenos. Lo mismo sirve para sonidos raros al cambiar marchas y manejar el cambio.

Además, debes revisar anualmente los resortes, amortiguadores, brazos, bujes de caucho y barras. Estas piezas deben ser reemplazadas si presentan desgastes o averías.

Verifica también la parte eléctrica

El sistema eléctrico también debe ser revisado regularmente. Asegúrate de que las baterías y los cables están limpios, fijos o si están erosionados. Comprueba la carga de la batería, las condiciones del alternador y el funcionamiento de los faros y de las luces.

Cuando cambies alguna de ellas, haz la sustitución siempre de a dos, para que no haya diferencia en la luminosidad. Además, verifica si las bandas reflectantes están limpias y en buenas condiciones. Dispón de una caja con fusibles de reserva, por si tienes que realizar algún cambio eventual.

Chequea siempre los neumáticos

Los neumáticos son fundamentales para garantizar la estabilidad y el buen funcionamiento del vehículo y la eficacia de los frenos. Si percibes alguna señal de roturas, agujeros, burbujas, fugas, problema en la calibración o tornillos de la rueda erosionados, arregla lo antes posible.

Calibra los neumáticos a cada nueva reposición de la carga y asegúrate de que estén en buen estado. Incluso porque la calibración correcta también ayuda a reducir el consumo de combustible. Recuerda comprobar la situación de las ruedas de repuesto.

Los neumáticos deben ser reemplazados cuando presenten una profundidad de 1,6 milímetros en los surcos. En ese caso, los neumáticos ya se consideran viejos y el riesgo de accidentes crece.

Prioriza una buena visibilidad en la carretera

Los vidrios rayados, sucios o rotos dificultan la visibilidad. Mantén los limpiaparabrisas al día. Lo ideal es cambiarlos cada seis meses o cuando el caucho ya esté resecado.

Estos cuidados pueden ayudar en la visibilidad y hacer la diferencia en la prevención de accidentes, principalmente en días de lluvia.

Como hemos visto, los cuidados con el mantenimiento preventivo son indispensables para que tengamos más seguridad en la carretera, evitemos retrasos en la entrega de los productos y sobre todo para prevenir accidentes y pérdidas.